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BIBIAN NORAI por Roberto EnrĂ­quez
Sección ArtĂ­culos / Entrevistas 27/12/2006

Bibian, la conocí y además de todo lo demás, es -en palabras de REM - 'Shinny Happy People'. Y un encanto de señora.

Bibian Norai fue Decoradora, después Actriz Porno y ahora Directora y Productora (de cine porno, of course). Ha ganado premios como Actriz y como Directora. Y también ha ejercido como doble de cuerpo de actrices de cine convencional, y como actriz en algunas películas como "Yo puta" o "Cien maneras de acabar con el amor". Además de todo ésto, colaboró con La fura Dels Baus en su espectáculo "XXX".

 

Descubrí a Bibian Norai hace unos meses gracias al libro de Jordi Costa "El sexo que habla" - mi referente básico para este Diario del FICEB -, en el que ella tenía unas intervenciones magníficas, que dejaban muy claro que la Norai es una señora muy lista. Después de tenerla frente a mí durante más de media hora - perfectamente maquillada, peinada, escotada, vestida para epatar - me atrevo a afirmar que Bibian Norai es FA-BU-LO-SA.

UN PERSONAJE : BIBIAN NORAI

Una de las claves de Bibian es haber sido capaz de impregnar a su personaje de muchos de los rasgos de su personalidad - ironía, cierta dureza en absoluto cruel, capacidad para reirse de sí misma -, algo que ella sabe que no sucede habitualmente con las chicas que todos los días pasean por el FICEB año tras año, se fotografían con sus fans o demuestran sus dotes como contorsionistas sobre un escenario.

"Algunas de estas chicas", según Bibian, "han hecho justo lo contrario: se han empapado del personaje después de que les diera el flash en la cabeza. Y éso no puede ser bueno". Esas chicas se han creído que eran otras que no son, por mucho que Bibian les hubiese advertido, "yo tengo un defecto, sé que es un defecto; que soy muy maternal". Pero muy maternal. Con ellas. Y con ellos. Tan maternal que ha llegado incluso a bautizar a algunos, como a Roberto Chivas o a Nick Moreno.

  • El porno como industria

    Según Norai, otro error que cometen algunas chicas que empiezan como actrices porno es el de pensar que el porno les servirá como una plataforma para hacerse actrices de cine convencional o tertulianas televisivas. Como esas chicas de antes que aspiraban a ser "salvadas" por un señor con un puro.

    Para Bibian, uno no entra en la industria del porno para triunfar en otras cosas: uno debe entrar en esta industria - aunque sea desde abajo - para aprender, para poder acabar dirigiendo o produciendo sus propias obras. "Es como si eres paleta y quieres acabar de fontanero. Es un error. La cosa no va así." Y una vez que se encuentra el lugar en la industria - en la del porno, o en cualquier otra - conviene imitar la acitud de Bibian, "yo vivo en una partida de póker constante. Y si me hacen una putada en este negocio no me quedo planchada y digo JODER, QUE PUTADA ME HAS HECHO. No. Yo sigo jugando. Porque en otra mano, lo mismo te gano yo. Debe de ser por eso que no tengo enemigos."

  • El porno como ficción

    Bibian me tiene arrobado, entregado, boquiabierto. Me mira sin parar, a los ojos, fíjamente. Me mira y yo confieso: a mí lo que más me gusta de la pornografía es pensar en todo el trabajo que hay detrás de una pèlícula, en que hay alguien pensando en el modo de excitarme, de pulsar mis fantasías...

    "A mí me lo vas a contar", me dice, "que tardé dos años en escribir los dos guiones de mis películas. Que perdí noches de sueño pensando en ellas, imaginando cosas. Y después, cuando las vi, no se parecían en nada a lo que yo había querido conseguir. Al final, si quieres exportar tu cine al mercado americano, te tienes que adaptar a lo que exigen: seis polvos completos, que empiecen con una mamada... nada de una tía metiéndole el dedo por el culo a un tío, nada de dos tíos y una tía... Nada de suicidios. Ni drogas. Ni sangre roja en escena (¿te has dado cuenta de que si aparece sangre en una película porno es de color morado o negra?). Un montón de elementos que están perfectamente permitidos en el cine convencional. Y todo por jodernos. Ya que somos legales, nos ponen todas las trabas posibles. Por joder"

  • Entonces entiendo por qué casi todo el porno se parece tanto.

  • El porno como poesía

    Bibian y yo terminamos de acuerdo: el porno se parece mucho a la poesía. Ambos nos pueden conmover tantas veces como acudamos a ellos (a un buen poema, al porno de calidad). Y, en contra de lo que mucha gente piensa, ambos son ficción.

    Y Bibian sabe de porno. Y de poesía. Doy fe.

  • Autor : Roberto Enríquez


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